domingo, 28 de octubre de 2007

PRETENSIONES ANTÁRTICAS BRITÁNICAS: ...."AL RESTO NO SE LE OCURRIÓ PRIMERO"


Por Karina Ulloa
Alumna Curso de Derecho Internacional Público 2007
UMAG
"RECLAMACIONES SOBRE LA ANTÁRTICA DESCONGELÁNDOSE!! ¿También PRODUCTO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL?". Ese era el nombre del post que me encontraba escribiendo acerca de este tema. Lamentablemente, parecer ser que me demoré demasiado y se me adelantaron:
espero no parezca una constante en los chilenos el que nos ganen el "quien vive". Y la verdad que en este tema pareciera ser así. Si bien es cierto que existen muchos que alegarán que tanto el Tratado Antártico del 59' como el Protocolo celebrado el 91' impiden a Inglaterra llevar a cabo reclamaciones de esta naturaleza -como lo hizo el Subsecretario de Relaciones Exteriores de nuestro país, me da la impresión que ello no es tan así. Y esto principalmente por dos motivos:
Primero, el tratado Antártico establecía que “no se harán nuevas reclamaciones de soberanía en la antártica ni se harán, ni se ampliaran las reclamaciones anteriores mientras el tratado esté en vigencia", lo que en resumidas cuentas lo único que me deja claro hoy es que simplemente la vigencia de dicho tratado está desapareciendo, ya sea por el incumplimiento y/o violación grave del tratado o bien por el evidente cambio de las circunstancias.Ello porque la existencia de la disposición que requería que los Estados signatarios concurrieran a una revisión del Tratado Antártico, después de 30 años de la entrada en vigencia del mismo, y su posterior aplazamiento, según mi perspectiva evidencia el nulo interés de los Estados de seguir rigiéndose por un acuerdo, que si bien es necesario para la mantención perenne del territorio antártico, no responde a las necesidades actuales y futuras de recursos naturales, las cuales día tras día crecen por diversos factores, entre otros, el calentamiento global -específicamente los recursos hídricos-. Así, pareciera ser que la creciente conciencia de un planeta que progresivamente pierde su naturaleza rica y pura, trae como consecuencia este tipo de conflictos sobre temas que antes carecían de relevancia estratégica internacional.
En segundo lugar, creo que las reclamaciones inglesas sorprendieron a la comunidad internacional -para qué decir a Chile- no porque sea algo impensado, imposible o ilícito. Simplemente porque al resto no se le ocurrió primero. Eso duele en los egos de países como Argentina, que toda la vida reclaman por soberanía en diversos territorios, teniendo o no derecho a ellos. Pero también duele para países como el nuestro, que al contrario, tienen una especie de aversión a reclamar lo suyo, e incluso, terminan perdiendo territorios soberanos en virtud de nefastas gestiones gubernamentales a nivel internacional.
Como dijo el parlamentario Ulloa, de la Alianza, "la soberanía no se defiende sólo con declaraciones". Y ese es el grave problema que afecta a Chile. Los ejercicios de soberanía llevados a cabo son cada día que pasa más precarios en dicho territorio: la base Prat hace año y medio que se encuentra abandonada y la pista aérea en Patriot Hill ya no se abre periódicamente cada año: hoy es cada dos años, todo ello supuestamente por falta de recursos inyectados a tal efecto. Veamos si las promesas gubernamentales de incrementar la soberanía no son más “declaraciones”. Y esperemos que no tengamos otra “Laguna del Desierto” entre manos. Porque si seguimos así, el territorio Antártico chileno se nos colará entre los dedos, escurriendo como hielo derretido.

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